Todo comenzó cuando alguien dejo abierta la
ventana
Desde
hacía años la casa permanecía triste y solitaria. Monótonamente los habitantes
repetían sus tareas. Sus vidas habían sido diferentes. La desaparición cambió sus historias.
Esa
inexplicable noche marcó un antes y un después en la casona del boulevard.
La
alegría y la felicidad habían escapado, se esfumaron por la ventana de la habitación de Samuel .
Cinco
años de preguntas sin respuestas.
Desde entonces la alcoba
permanecía igual a la mañana de la verdad, del vacío, del niño ausente. Sin
rastros, ni indicios en la quietud de la desesperación. Cinco años intacta, la ventana cerrada para
que ni la menor brisa alterara lo único
que les quedo. Un santuario de desolación se erguía dominando la casa.
Rutina,
silencio; sobrevivir la ausencia.
En
un pálido amanecer, el olor a tostadas y los pasos de los hermanos hicieron eco
en los pasillos. Los padres sobresaltados se pararon frente al cuarto y
empujaron la puerta entreabierta. El
viento matinal acunaba las cortinas.
La
voz de Samuel retumbó por toda la casa, los llamaba desde la cocina.
El lugar ya no era
igual, la inmaculada pared estaba poblada de palomas que se fundían con la
pintura.
El color descendía desde
el tercer piso.
(Imagen del libro : "Los libros del Sr. Burdick)
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