martes, 28 de agosto de 2012

Atemporal ( escrito con Julián Gradilone)




Como de costumbre, a las 6, oí el despertador, lo dejé sonar varias veces y no lo apagué a la espera de la repetición de la alarma 10 minutos más tarde, mi acto de rebeldía diario al horario impuesto por mis responsabilidades. Sí, mis responsabilidades, jamás cuestionaría eso porque  tendría que escuchar la extensa explicación con las lista de cosas con las que debo cumplir, que es lo que corresponde, como dicen y me repito cada vez que la alarma me devuelve al día.
Una vez arriba, una inspiración profunda y de pie.
Directo al baño, el agua fría en la cara terminó de despertarme. Cepillo, pasta dental, toalla, cada cosa en su lugar nuevamente, mientras  el agua de la ducha tomaba la temperatura que me agrada. Orden, después de la higiene.
Casi  llegando las 7, el desayuno me esperaba  en la mesa, otra secuencia del ritmo de mi vida, en la medida exacta.
Después los ejercicios para mantenerme en calma, es necesario que cumpla con cada una de mis rutinas, es parte mí, para poder volver a la normalidad de mi día a día. Cada cosa en su momento, nada de apuros, un poco de orden, solo eso, un poco de orden, sin atropellos, sin ansiedad, una hora de caminata y el estiramiento correspondiente. Los ejercicios de respiración devolvían la estabilidad a mis fibras que, como cada mañana, casi a las 10 se desordenan, pidiéndome, suplicándome otro desafío, otro rumbo.
Respiración, orden, armonía y la afirmación diaria: “Mi principal responsabilidad es mi integridad: cuerpo – alma- espíritu”.  Un día más, solo hoy, sin contar cuántos me faltan.
Mi grito interior se ahogaba por segundos, pero seguía allí, se filtraba por mis venas, lo sentía en mis muñecas.
10.05, retraso, se alteraba mi rutina, y mis ganas de plantar todo cronometraba más certeramente que mi razón.
10.15, el temblor se apoderó primero de los dedos para tomar las manos por completo, y la voz que me sacudía ya era una risa burlona en mi cabeza con su frase “Inspiraciones más inspiraciones menos, lo que necesitas es respirar, respirar aire puro, libre”.
No pude comprobar si la aguja marca las 10.30. Acabo de estrellar el reloj contra la pared
Inspiré fuerte, me senté,  quería recuperar el control, la carcajada me rondaba y retumbaba ya por las paredes.  Intenté acompasar la respiración, las partes del reloj se burlaban de mí, mostrándome  mi fala, mi falta de integridad – cuerpo, alma, espíritu- desencajada: el cuadrante en el piso, las agujas partidas y sin tic – tac.
Mis latidos se oían, era yo, el control otra vez.  Cuerpo, alma, espíritu en una nueva respiración.
Entraron repentinamente. Me resistí cuanto pudo pero lograron sujetarme y darme finalmente la medicación.

Como de costumbre a las 6, oí el despertador, lo dejé sonar varias veces, pero no pude apagarlo, hoy mis manos están sujetas a la cama.

Ya las medidas no son las mismas, no tengo nada en la habitación pero no duermo con mis manos atadas.  Ya no me dominan mis alucinaciones, dicen que estoy recuperando el control, los ejercicios me hacen bien; yo escucho y hago caso, en breve paciente ambulatorio, el fin de semana voy a casa.

Ya van tres fines de semana, puedo estar bajo mi control. Respiro, hago las rutinas, me tranquilizo, me relajo.
Tengo el control, decido después de no sé cuánto tiempo, estoy… abro los ojos….
Esto dura mucho más  de lo que  había pensado, me siento  en un lugar que no puedo discernir  completamente cómo es,  cuál es la realidad,  soy consciente que  hay una realidad o debería. Todo tiene sentido pero nada lo tiene.  Ahora  pienso, quiero creer que estoy pensando y  todo es muy estúpido.
Por momentos me siento que soy el creador de todo, y mi compañero, mi refuerzo de autoconfianza, quien logró que ya no estuviéramos encerrados fue o es una imaginación momentánea que escapó del flujo de pensamientos para hacerme ver la realidad en la que estoy, por momento me doy cuenta que no, y puede rescatar de algún rincón de mí  que solo es la droga. Pero me tengo que esforzar mucho para  pensar solo eso, entonces quizás no es lo que tomé, sino la falta  o una combinación nueva, no sé cuál de las dos sensaciones es, si es narcótica o abstinencia la que  me retiene o me deja ir .
Hay  música, que te va llevando de una manera que no se entiende, es  frenético, en un río de luces  a mucha velocidad y luego la sintonía cambia a algo más pacífico y suave.
 Veo luces detrás de mis ojos, escucho que  tocan timbres y una pelea en la calle. Luces de policía me hacen pensar que están tocando en mi puerta  para que baje la música, que ya no estoy escuchando.
 Todo cae de golpe, estoy hablando con alguien por teléfono. No puedo  hacerle entender que no quiero hablar porque realmente no sé  quién es,  o si lo sé,  pero  simplemente no quiero.
Un gusto pastoso me invade la boca, pasa de suave a amargo. Puedo sentir que ya vomité pero todavía no lo hice. 
Quiero soledad, alrededor se  crean unos mundos concéntricos en el que todo nace vive y derrapa sobre sí mismo infinidad de veces y  vuelve a empezar.  Con cada comienzo  tengo una pausa, y trato de conectarme con la realidad pero ya la perdí.
En el balcón las luces se ven increíblemente vivas, ¿cómo pude llegar al balcón?
Hay una estrella que crece y titila, solo me concentro en ella, el resto se desvanece.
 El cansancio es enorme, tengo el cuerpo todo relajado y pidiendo pista hace rato, pero la mente esta iluminadísima llena de colores y luces que bajan como seres que me veneran.
Ya van 12 horas y no puedo parar, esto había sido una buena idea.  Me acosté, intenté recordar como tomar el control,  pero no puedo dormir me duele terriblemente la columna, hay luces y distorsiones  que se repiten y en la coherencia que puedo hilvanar me puteo y me pregunto cómo mierda hago para ponerle un fin a esto.
Tengo momentos de conexión y busco el cable a tierra, no sé si la realidad es esta o la de todos los días, pero quiero tranquilidad, ya no me importa si es por  tomar mayor dosis, por haberla alterado o siempre fue ,y lo único que tuvimos fue el placebo y estoy viendo cómo es el todo sin estar enmarcado.
Estuve haciendo dibujos parte de toda la noche para enfocar y reconstruir.
Opté por irme pero no sin antes mirarme al espejo, debería haberme hecho caso de escaparle a los espejos, no quiero esa realidad, con la ida y vuelta sin saber cuál imagen real y cuál alucinación me alcanza.
Luché contra todo lo que me tiré encima y no hubo nada que me hiciera  desbarrancar mi propia imagen,  me tiraba caras diabólicas seguidas de súplica y movimientos incoherentes hasta que se calmaba todo y estaba yo otra vez diciéndome que lo había superado.
Los olores, son lo más instintivo, la parte más animal, volví al inicio de golpe, un olor muy violento.
Empezó siendo colilla de cigarrillo, pasó a faso de ahí a desinfectante y terminó siendo un olor tan fuerte con la intensidad de un zorrino.
Pinté una paloma en la ventana,  miró  tres veces para adentro y se fue.  Su partida dio comienzo al amanecer, pero todavía era de noche.
El tiempo se hizo ciclos, pero completamente  siento la dignidad ante el tiempo. Miro  el reloj cada 3 minutos.
10 minutos.
30 minutos.
Avanzaba muy lento.
Afuera es horrible. No quiero poner un  pie afuera. Desde que se despertó la gente es un horror de gritos ruidos y molestias.
Ya va 1 hora extra, puedo parar;  no sé si estoy en la mitad o en el principio de nuevo.
Esto es UNA MIERDA. Estoy en la montaña rusa y me tapo los ojos  para qué mierda me subí ¿no?  Sube y baja sube y baja. Me voy a fumar al balcón. Tengo sed. Ya me tienta empezar a pintar las paredes.
Debería comer algo pero no tengo hambre.
Un  búho de mierda aparece en todos lados, me controla, no lo tolero.
En la brasa de mi cigarrillo apareció un  anciano que  quería impartirme sabiduría.

2:47   estoy  frente a la nada y grito. Definitivamente algo está  fallando.  No puedo entender el engranaje que usa el tiempo, lo veo pero no lo puedo seguir,  cada vez que hago una  línea encima  se ramifica para todos lados.
Ya me hice la idea  de que esto no termina nunca, ¿o siempre fue así y me controlaron?
Pienso en la actividad  colectiva y si  de ahí se saca una persona y se la priva de género,  te queda un muñeco  de barro que podés darle forma como quieras pero siempre termina siendo la barro.
Nadie puede  liberarse de sí mismo. Alguien apareció en una azotea, parado frente al vacío. Miraba todo el universo que podía ver, que era nada. Ínfimo y pelotudo, pero era todo lo que podía ver.  Están ciegos,  dijo. Gritó con todas sus fuerzas. Nadie le prestó  atención. La gente seguía caminando monótonamente,  arrastrando los pies. Se sentía muy solo. No entendía como se había quedado tan solo. ¿O sería mi reflejo? ¿O viendo desde mi vida controlada?
Cayó de rodillas,  susurrando para sí: están ciegos…

Yo vi como es: la música,  los colores,  los olores.

3:22
No siento que esto disminuya ni un poquito. Si bien ya no veo cosas que se mueven ni estoy viajando en la fluyente de información lumínica. No para.
Estoy fumando, trato de medir  el tiempo con los cigarrillos. Así sé que aún no cesó. Creo.
LAS PUTAS IDEAS NO ME DEJAN PENSAR

Son las 3:30
Vi en el malvón la geometría sagrada, Es como se creó todo, empieza desde un punto, y de ahí se ramifica todo.

3:39
Voy a ver si puedo  dormir algo. Necesito descansar.

16:46
Me conecté bastante con la realidad,  sonó un timbre que no me animé a atender. Me aterroriza el afuera.
Enlazando demonios de nuevo, se me soltaron todos, busco controlarme, inspiro, intento relajarme.
Puedo lograrlo estoy al mando otra vez.


Como de costumbre a las 6, oigo el despertador, lo escucho  sonar varias veces. No puedo apagarlo. No tengo las manos sujetas a la cama, respiro con alivio,  mi cuerpo está descansado en  un  abrazo entero que me protege.  No hay olores, todo es antiséptico y extremadamente blanco.