La nave madre viajaba desde hacía varias generaciones. Una nueva graduación. Después de la ceremonia recibirían sus misiones: colonizar o investigar en diferentes rincones del Universo. Ana y Evan habían sido designados a la Tierra. Permanecieron inmóviles, disimulando el desagrado. Miles de destinos posibles y ellos visitando el hogar del hombre primitivo. Indagar sobre lo sabido, una pérdida de tiempo. Al año siguiente, nuevas asignaciones. Se decidió no perder más tripulantes. A la Tierra partirían tres robots, ellos no hallarían interés en lo cotidiano.
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